Frecuentemente, en la voz humana se distingue entre la tesitura y la extensión vocal. La extensión vocal, es decir, la extensión sonora de la voz, es el marco de frecuencias realizables, sin considerar volumen y calidad del sonido. En voces sanas, comúnmente es de dos octavas o más. El término tesitura se usa para denominar la parte de la extensión vocal en la cual se pueden realizar sonidos controlables y utilizables musicalmente.
Las características para definir la tesitura de una voz son:
- Un buen timbre;
- Un volumen considerable;
- Un vibrato igualado;
- La posibilidad de un messa di voce;
- La posibilidad de agilidad y coloratura.
Las tesituras de cantantes profesionales en ópera deben ser de dos octavas o más; en tenores, un poco menos de dos octavas. Según Peter-Michael Fischer, la tesitura del cantante comienza una cuarta justa (cinco semitonos) por encima de su nota más grave posible (su «cero fónico») y llega hasta una cuarta por debajo de la nota más aguda de la voz («límite fónico»).1
Para clasificar voces para el uso coral, se distinguen cuatro grupos principales, cuya tesitura es menor que dos octavas, para poder incluir voces menos preparadas:
- soprano: de sol3 a la5;
- mezzosoprano: de do3 a mi5;
- tenor: de la2 a do5;
- barítono: de do2 a mi4.
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