LUIGI BOCCHERINI.- Quinteto para Guitarra Nº 4 Re mayor G448 - Fandango
LUIGI BOCCHERINI.-
Quinteto para Guitarra Nº 4 Re mayor G448 - Fandango
Pastoral
Alegro maestoso
Grave assai- Fandango
Guitarra: Kazuhito Yamashita
Cuarteto de Tokio
De los ocho Quintetos de Guitarra que han llegado intactos hasta nuestros días, los dos más conocidos son el número 9, "La Ritirata de Madrid",[8] y el número 4 "Fandango". El resto son igualmente deliciosos, que los tengo todos en disco, pero vamos a escuchar precisamente el "Fandango". Alguno había que elegir, y éste es especialmente bonito, pues su último movimiento es eso: un fandango que incluso necesita percusión (castañuelas, naturalmente, y sistro, una especie de antiquísima pandereta oriental) y en él se distinguen más de lo habitual esos rasgos españoles que tantas veces se encuentran en la música de Luigi Boccherini. Todos ellos fueron compuestos en algún momento de la década de los noventa del Siglo XVIII, pues en 1798, tras la pérdida del patrocinio de la Duquesa de Osuna, se los ofreció a su editor parisino, Pleyel, para su publicación. Se desconoce cuánto dinero le reportó, pero seguramente sería más bien poco.
El Quinteto "El Fandango" proviene originalmente de dos quintetos para dos cellos, donde uno de los cellos ha sido sustituido por la guitarra. Tiene tres movimientos y viene a durar en total unos diecisiete minutos.
Esta Pastoral, o pieza de temática pastoril o bucólica, muy de moda durante toda la época barroca y clásica, es un tema tranquilo y muy de virtuoso, donde la voz cantante la llevan los violines con sordina. La guitarra es casi siempre un acompañamiento del resto de instrumentos, aunque tiene también su parte solista, intercambiando papeles con violines, viola y cello.
Con los suaves acordes de la guitarra termina la pastoral en el minuto 4:35, y comienza el segundo movimiento, Allegro maestoso, en el que la guitarra apenas tiene papel solista, y en cambio lo tiene el cello, el omnipresente cello del virtuoso Boccherini. Aun llamándose Allegro maestoso, no es un movimiento tan majestuoso como podría parecer por el título. Es un movimiento amable, elegante, sencillo y muy lírico, muy "de Boccherini", justamente famoso por la elegancia galante de sus composiciones.
Grave assai -- Fandango:
Comienza con una introducción lenta (grave), con bastante protagonismo de la guitarra, introducción que se demora hasta el minuto 1:25, en que comienza el fandango propiamente dicho, con un evidente cambio de ritmo... y de alegría. Todo fandango que se precie se basa en las repeticiones del mismo tema, en lo que musicalmente se conoce como ostinato, y aquí no va a ser menos. Boccherini exige el uso de elementos de percusión (sistro y castañuelas) porque en los fandangos tradicionales eran parte indispensable de la música, para ayudar a marcar el ritmo de los danzantes, o sea, en puridad no es el Fandango un quinteto, sino un sexteto para guitarra y percusión... disfrutemos de la danza, precursora del fandango aflamencao que es hoy uno de los palos de ese españolísimo flamenco declarado recientemente Patrimonio de la Humanidad.
De momento, vemos que el protagonismo de la música la llevan los violines, con la guitarra marcando el ritmo, con rotundos rasgueos de tanto en cuando, pero en el minuto 2:30 se produce un precioso dúo de guitarra y cello, marca de la casa Boccherini... y así sigue el baile. Sobre el minuto 3:40 se producen cuatro espectaculares glissandos descendentes del cello, acompañados del repicar de la pandereta (el sistro) que merece la pena remarcar; sobre el minuto 4:40 hay un bello solo de guitarra seguido de otro de cello... Por fin en el minuto 5:30 se produce la primera intervención de la percusión tan española de las castañuelas, que ya no nos abandonarán con su repiqueteo hasta el final del fandango.
La especial sonoridad de la música de cámara, con tan pocos instrumentos en el escenario, permite distinguir muy bien la melodía de cada uno de ellos, cómo se complementan, cómo compiten unos contra otros.... Y como permite más libertad de expresión de cada participante que en una orquesta, resulta mas sutil, si se me permite la expresión, que la música sinfónica.
Quinteto para Guitarra Nº 4 Re mayor G448 - Fandango
Pastoral
Alegro maestoso
Grave assai- Fandango
Guitarra: Kazuhito Yamashita
Cuarteto de Tokio
De los ocho Quintetos de Guitarra que han llegado intactos hasta nuestros días, los dos más conocidos son el número 9, "La Ritirata de Madrid",[8] y el número 4 "Fandango". El resto son igualmente deliciosos, que los tengo todos en disco, pero vamos a escuchar precisamente el "Fandango". Alguno había que elegir, y éste es especialmente bonito, pues su último movimiento es eso: un fandango que incluso necesita percusión (castañuelas, naturalmente, y sistro, una especie de antiquísima pandereta oriental) y en él se distinguen más de lo habitual esos rasgos españoles que tantas veces se encuentran en la música de Luigi Boccherini. Todos ellos fueron compuestos en algún momento de la década de los noventa del Siglo XVIII, pues en 1798, tras la pérdida del patrocinio de la Duquesa de Osuna, se los ofreció a su editor parisino, Pleyel, para su publicación. Se desconoce cuánto dinero le reportó, pero seguramente sería más bien poco.
El Quinteto "El Fandango" proviene originalmente de dos quintetos para dos cellos, donde uno de los cellos ha sido sustituido por la guitarra. Tiene tres movimientos y viene a durar en total unos diecisiete minutos.
Esta Pastoral, o pieza de temática pastoril o bucólica, muy de moda durante toda la época barroca y clásica, es un tema tranquilo y muy de virtuoso, donde la voz cantante la llevan los violines con sordina. La guitarra es casi siempre un acompañamiento del resto de instrumentos, aunque tiene también su parte solista, intercambiando papeles con violines, viola y cello.
Con los suaves acordes de la guitarra termina la pastoral en el minuto 4:35, y comienza el segundo movimiento, Allegro maestoso, en el que la guitarra apenas tiene papel solista, y en cambio lo tiene el cello, el omnipresente cello del virtuoso Boccherini. Aun llamándose Allegro maestoso, no es un movimiento tan majestuoso como podría parecer por el título. Es un movimiento amable, elegante, sencillo y muy lírico, muy "de Boccherini", justamente famoso por la elegancia galante de sus composiciones.
Grave assai -- Fandango:
Comienza con una introducción lenta (grave), con bastante protagonismo de la guitarra, introducción que se demora hasta el minuto 1:25, en que comienza el fandango propiamente dicho, con un evidente cambio de ritmo... y de alegría. Todo fandango que se precie se basa en las repeticiones del mismo tema, en lo que musicalmente se conoce como ostinato, y aquí no va a ser menos. Boccherini exige el uso de elementos de percusión (sistro y castañuelas) porque en los fandangos tradicionales eran parte indispensable de la música, para ayudar a marcar el ritmo de los danzantes, o sea, en puridad no es el Fandango un quinteto, sino un sexteto para guitarra y percusión... disfrutemos de la danza, precursora del fandango aflamencao que es hoy uno de los palos de ese españolísimo flamenco declarado recientemente Patrimonio de la Humanidad.
De momento, vemos que el protagonismo de la música la llevan los violines, con la guitarra marcando el ritmo, con rotundos rasgueos de tanto en cuando, pero en el minuto 2:30 se produce un precioso dúo de guitarra y cello, marca de la casa Boccherini... y así sigue el baile. Sobre el minuto 3:40 se producen cuatro espectaculares glissandos descendentes del cello, acompañados del repicar de la pandereta (el sistro) que merece la pena remarcar; sobre el minuto 4:40 hay un bello solo de guitarra seguido de otro de cello... Por fin en el minuto 5:30 se produce la primera intervención de la percusión tan española de las castañuelas, que ya no nos abandonarán con su repiqueteo hasta el final del fandango.
La especial sonoridad de la música de cámara, con tan pocos instrumentos en el escenario, permite distinguir muy bien la melodía de cada uno de ellos, cómo se complementan, cómo compiten unos contra otros.... Y como permite más libertad de expresión de cada participante que en una orquesta, resulta mas sutil, si se me permite la expresión, que la música sinfónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario